lunes, 14 de julio de 2025

Lo que decimos también educa: el poder del lenguaje en la formación docente

Enseñar no es solo explicar contenidos o aplicar estrategias. También es nombrar, hablar, mirar y escuchar, ya que en cada palabra que un maestro dice hay una huella, una posibilidad de construir o destruir, de abrazar o de excluir, y en la Escuela Normal Superior de San Mateo, eso se sabe muy bien. ¿Cuántas veces una sola palabra puede marcar a un estudiante para siempre? Un "usted no puede", un "No sirve para eso", o incluso "No me tengo por qué acostumbrar a hablar así". Palabras pequeñas, sí, pero con un impacto gigante. En cambio, cuando un docente cambia su forma de hablar, cuando empieza a usar un lenguaje más respetuoso, más amplio, más humano, el aula se transforma, se vuelve un lugar más seguro, más justo, más real. 

La formación docente no solo prepara para enseñar Matemáticas, Ciencias o Lenguaje, también forma la manera en que los futuros maestros se relacionan con sus estudiantes, sus compañeros, sus comunidades, y ahí el lenguaje inclusivo se convierte en una herramienta pedagógica tan poderosa como cualquier libro. Usar el lenguaje para incluir no es una moda ni una obligación compuesta, es una decisión ética, es comprender que no todos los estudiantes son iguales, ni se sienten igual cuando escuchan ciertas palabras. Es entender que decir "ellos" no siempre representan a "todos", y que hablar con cuidado no es exagerar, sino educar con respeto. 

En la Escuela Normal Superior, cada vez son más los estudiantes que reflexionan sobre esto, que se cuestionan cómo se refieren a sus compañeros, cómo saludan en clase, cómo escriben una cartelera o presentan una exposición. Esto es formar para la vida, porque sí: lo que se dice, se queda, en la Educación, eso puede marcar para siempre. "No hay palabra verdadera que no sea unión inquebrantable entre acción y reflexión". Paulo Freire, dando a entender que una de las formas más potentes de actuar en el aula, sea empezar por hablar distinto.

Cuando incluir es actuar: historias reales desde la Escuela Normal Superior de San Mateo

Aquí no hablamos de inclusión como teoría: la vivimos. En la Escuela Normal Superior de San Mateo, cada día trae uan lección silenciosa sobre respeto, empatía y adaptación, lo que para muchos puede parecer una "dificultad", aquí se convierte en una oportunidad para enseñar con el ejemplo. "Incluir no es integrar a los que están fuera, sino cambiar la escuela para que nadie quede fuera". Mel Ainscow

Yasleidy Johana Godoy, estudiante de II Semestre del Programa de Formación Complementaria, ella es sordomuda, se comunica con gestos y miradas, y su paso por la escuela ha obligado para bien, a todos a escuchar más allá del oído. Su presencia ha despertado nuevas formas de interacción y, sin decir una sola palabra, ha transformado el ambiente educativo.

En 2023, Erika Lorena Carreño Leguizamon, una joven con enanismo, se graduó de undécimo. Cada salón por el que pasó tenía un pupitre adaptado exclusivamente para ella. No fue un favor, fue una declaración: aquí cabemos todos. Su proceso mostró que cuando una escuela adapta su entorno, lo que en realidad está adaptando es su mirada.

En la Básica Primaria, Joseph Nicolás Niño (grado Tercero) y Gabriel Alejandro Mendivelso (grado Primero), ambos dentro del autismo, nos enseñan a diario que aprender no tiene una sola forma. Su presencia reta, conmueve y enseña a los docentes a mirar más allá de la norma y a enseñar con sensibilidad.

Estos nombres no son casos especiales: son rostros reales de una comunidad que entiende que incluir no es agregar a alguien al final de la lista, sino empezar la lista desde el respeto por la diferencia, porque aquí en San Mateo, la inclusión no se discute, se practica. Lo más valioso es que estos casos no se están viendo como excepciones, sino como parte de una escuela que quiere seguir creciendo desde el respeto a la diferencia, una escuela que enseña a ver con otros ojos, a hablar con más cuidado y a enseñar desde el alma, no se detiene la educación, más bien nos enriquecemos frente a las diferencias, ya que no solo entenderiamos que es la inclusión, también nos preguntariamos cómo podriamos hacer parte de ella.

lunes, 7 de julio de 2025

Introducción

En la Escuela Normal Superior de San Mateo no solo se forman maestros: se tejen historias de vida, se construyen puentes hacia la inclusión y se derriban barreras desde la cotidianidad. Hace un par de años, una joven con enanismo nos enseñó que no hace falta encajar en lo estándar cuando se adapta el entorno con voluntad; cada aula que la recibió tenía su pupitre ajustado a sus necesidades. Hoy, una estudiante sordomuda estudia en el Programa de Formación Complementaria, demostrando que la comunicación va más allá de las palabras habladas. En la Básica Primaria, dos niños dentro del autismo, uno en primero con Espectro-Autismo y otro en tercero con Autismo, nos muestran cada día que aprender es también abrir espacio para el otro.

¿Y si la Inclusión comenzara antes del primer día de clases? ¿Y si el Lenguaje, los gestos y las decisiones desde la gestación fueran ya parte del proceso educativo? Este blog abre ese tipo de preguntas. De esas que no tienen respuestas fáciles, pero sí el poder de sacudirnos y hacernos ver lo cotidiano desde otro ángulo. Porque a veces, un cambio profundo comienza con algo tan simple y tan poderoso como una palabra bien dicha. Cuando se cruzan los caminos de la educación, el lenguaje y la salud, nacen preguntas necesarias y respuestas que movilizan, y este espacio está lleno de ellas.





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