A veces basta una sonrisa y un gesto sencillo para comprender lo grande que puede ser la inclusión. Quiero compartir un fragmento muy especial de este camino: experiencias reales, personas reales, historias que merecen ser contadas.
Durante este proceso, he tenido la oportunidad de conocer a estudiantes que, con su ejemplo, nos muestran el verdadero sentido de educar desde la diversidad. Yasleidy Johana Godoy, estudiante del Programa de Formación Complementaria, es una de ellas. Su paso por la escuela no solo ha sido valiente, sino profundamente inspirador para toda la comunidad.
También están las historias de Erika Lorena Carreño Leguizamón, quien hace dos años culminó su educación media con admirables logros; Joseph Nicolas Lagos Aponte, estudiante de Tercero y Gabriel Alejandro Mendivelso, de grado Primero. Cada uno con su propio ritmo, con su propia luz, pero todo parte del mismo compromiso: construir una escuela sin barreras, sin etiquetas, sin límites para aprender.
Aquí encontrarás algunas imágenes que reflejan más que rostros: reflejan caminos recorridos con respeto, apoyo y empatía.
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